| Una Historia de Navidad |
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| Escrito por Radio Club Temuco |
| Viernes, 25 de Diciembre de 2020 10:01 |
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Era Noche buena. En la calle se escuchaban risas y gritos de niños nerviosos que esperaban la venida del viejo maravilloso que harÃa realidad sus sueños. A lo lejos, el estampido de algunos fuegos artificiales daba a la noche esa vida que la diferencia de otras del año. Era cerca de las 11 de la noche y aún no se pasaba del todo el calor que caracteriza el Diciembre de nuestra ciudad. En casa , todo se aprestaba para la celebración del festejo en familia En la cocina se preparaba la cena; modesta, pero siempre especial. En el living mi esposa arreglaba paquetes de regalos alrededor del pesebre. En el jardÃn el árbol de navidad encendÃa y apagaba sus pequeñas luces de color que iluminaban sus ramas. En algún lugar de la casa mis hijos esperaban anhelantes el momento de abrir sus regalos. Si saber porqué, quizás por no tener otra cosa que hacer, fui al shack de radio, encendà el equipo y empecé a recorrer las bandas. HabÃa muy pocas estaciones en frecuencia y casi todos los comunicados eran de tipo familiar. Las condiciones estaban excepcionales. No habÃa QRM alguno y hasta las estaciones de gran distancia llegaban muy nÃtidas. Era una de esas noches con las que sueñan los DXistas. Sin embargo no habÃa estaciones que trabajar y tampoco era la oportunidad de hacerlo. En nochebuena prima el deseo de estar con la familia ante el interés por trabajar y contactar un nuevo paÃs, aún cuando me habÃa propuesto obtener ese año el DXCC, máximo orgullo del radioaficionado que puede demostrar asà el haber comunicado con 100 paÃses distintos a lo ancho del mundo. Automáticamente, casi sin darme cuenta de ello, hice un llamado general. Al hacer sintonÃa no obtuve respuesta. Luego de un instante, cuando dudaba entre apagar el equipo o llamar de nuevo, una voz en el parlante me dejó estático. - â¦â!.Buenas noches colega de Chile! ⦠¿escucha Ud. a JW0AA que le contesta?â â¦.Oà con una claridad sorprendente. - Su transmisión llegaba con una fuerza insospechada y su inglés era lento, muy bien modulado y fácil de entender. - âPor supuesto colegaâ, respondà automáticamente y casi electrizado, mientras mi cabeza trataba desesperadamente de recordar a qué lugar del mundo correspondÃa el prefijo JW0 Fue imposible hacerlo, asà es que mientras daba mis datos de QRA y QTH, buscaba afanosamente la lista de prefijos que habÃa publicado el Radio Club para el Contest de 2 meses atrás. De lo único que estaba seguro era que se trataba de un lugar raro de encontrar en radio y con quién yo nunca habÃa contactado. Cuando encontré âJWâ en la lista di un salto en la silla. ¡Casi no lo creÃa! ¡Me habÃa contestado la Isla Svalbard que para muchos es un DX que ni se atreven a soñar! Para estar seguro se lo pregunté y a la vuelta me lo confirmó: -â Efectivamente colegaâ, - me expresó â âEs una estación Svalbard, isla perdida en el Ãrticoâ, me dijo. Como es lógico, empecé a realizar un comunicado tÃpico de DX, sólo lo esencial y en la forma más corta posibleâ¦!, pues ya imaginaba el âpile upâ que se iba a formar. Pero el colega del ártico no lo deseaba asà y no hubo otros interesados, por lo que el QSO tÃpico de DX se transformó en algo absolutamente distinto. Nos contamos de nuestros equipos, de la casa, de nuestro trabajo, de la familia, del clima, de los vinos, de la aurora boreal, etc., etc. Supe por ello que estaba allà desde hacÃa 6 meses, que su trabajo se relacionaba con estudios meteorológicos, que el invierno era muy crudo en esos momentos, que estaba todo helado, que habÃa tormenta de nieve y que la temperatura era de 29 ºC bajo cero. Al escucharlo pensé ,riendo para mi mismo, cuán diferente era la nochebuena talquina con 22 grados sobre cero. Al hablarme de su familia su voz se quebró. ¡Esa noche estaba solo, lejos de su esposa y de su único hijo de 6 años! â ⦠y lo que es peor, ---â, me dijo, ââ¦.desde hace 2 dÃas está enfermo y quizás debieron operarlo hoy, intentando una posibilidad en cien de salvarle!â Luego de un instante de vacilación, y con la voz que noté triste a pesar de la distancia, continuó: â ..,.. ¡No he sabido nada de él! ⦠¡Estoy en skip con Noruega continental y la comunicación radial para el informe meteorológico la tendré mañana al mediodÃa! â¦Â¡Sólo entonces tendré noticias de mi pequeño Mund! â¦â Se me apretó el corazón al escucharle y en la garganta se puso un nudo que casi no me dejó seguir con el QSO. ¡Me di cuenta de lo solo que estaba ese hombre! Quizás porque me llegó muy adentro o porque la nochebuena le sensibiliza a uno en forma especial, le ofrecà ayudar a buscar Noruega y servir de QSP desde este rincón del mundo. En resumen, recorrà todas las bandas y grité en cuanta frecuencia me fue posible llamar. ¡No hubo caso! ¡O no me escuchaban o ya Europa dormÃa luego de tener su nochebuena.! Por otra parte mi familia me requerÃa en el comedor, ¡la fiesta familiar estaba lista! Apesumbrado y con sensación de fracaso en el alma volvà a los 15 metros donde me esperaba el colega. ¡Allà estaba! En su voz noté amargura, al decirme que no importaba y que agradecÃa lo hecho. En ese instante tome una decisión. ¡LlamarÃa por teléfono a Noruega!. En fin âpensé- serán unos 2000 pesos que harta falta me hacen, pero ya me las arreglaré. Estaba dudoso de tomar el teléfono al no saber si me entenderÃan al responder el llamado, cuando en el parlante se escuchó otra voz. â ⦠A ver el colega de Chile! Esta es la estación de Suecia SM6SMA, quien desea ayudarleâ! Le expliqué luego de saludarle, lo que se trataba y le pedà ayuda. â¦â¡Encantado colega!â â me contestó- â...¡Yo no escucho a la estación de Svalbard, pero puedo hacer para ella la llamada desde Suecia a Noruega. Somos vecinos y es casi una llamada localâ..! Aún no terminaba de agradecerle al colega cuando escuché el âphone patchâ que hacÃa el colega sueco. No entendà nada, por el idioma. No obstante escuché muy nÃtida la voz de una mujer al contestarle. A vuelta de cambio el sueco me explicó. HabÃa hablado con la esposa del colega de Svalbard. ¡El niño estaba bien!. HabÃa sido operado con éxito, se recuperaba y se esperaba que en cuatro o cinco dÃas estarÃa de regreso en casa. ¡No cabÃa en mà al retransmitir la noticia a mi estación DX! ¡En ese instante sentà a su hijo como si fuera propio! No puedo describir la voz que escuché desde esa helada zona del Ãrtico. Era un nuevo hombre el que contestaba. ¡Su dicha se sentÃa en mi parlante a través de este comunicado de miles de kilómetros! Terminamos luego el QSO. Al apagar el equipo me sentÃa el hombre más feliz de la tierra. El haber sido parte de una situación asÃ, en esa noche especial, me parecÃa maravilloso. ¡No me importó olvidar de pedir la confirmación del QSO. Además, después de lo sucedido me habrÃa parecido poco caballeroso e inoportuno. Esa fue una nochebuena en familia que recordaré por mucho tiempo. A la semana siguiente retiré del Radio Club varias tarjetas QSL. Entre ellas habÃa una carta de un manager de Noruega con la QSL de la Isla Svalbard, y la foto de una familia con un hombre alto, una mujer joven y un niño de cortos años de edad, que en el reverso habÃa escrito con letra menuda una sola palabra en español: Gracias. Al llegar a la casa puse la tarjeta junto a otras, en un sobre especial donde habÃa ido colocando las tarjetas seleccionadas una por cada paÃs, para el DXCC Las conté, ââ¦97, â¦98, â¦99, â¦100! No lo creÃa. El QSO confirmado con Svalbard era mi paÃs número 100! ¡HabÃa completado el DXCC! ¡Era un sueño! Pasó el tiempo y recibà el diploma. Hoy dÃa ocupa un lugar importante en mi schak de radio. Cada vez que lo miro pienso que el comunicado de esa noche fue mi regalo de Pascua como radioaficionado. ¡¡¡¡Feliz Navidad!!!!! Patricio, XQ4EM Talca, Diciembre de 1984. |
| Última actualización el Miércoles, 23 de Junio de 2021 08:40 |